Tremor de Arriba, viviendas low-cost contra la despoblación

Este pueblo berciano ha frenado su éxodo rural gracias a la iniciativa de su consistorio, que puso en venta, hace algo más de dos años, 140 casas que estaban deshabitadas y que eran propiedad del organismo público local. «Fue un proceso que inició con la orden de la Junta de Castilla y león, que nos cedió las viviendas para darles un uso social. Facilitamos a los ocupantes que tuvieran acceso a ellas. La mayoría compró, pero quedó un excedente de 60 casas más o menos» explica Alíder Presa, alcalde de Igüeña.

Una venta que, tal y como señala el regidor, se vio impulsada por su aparición en medios nacionales, que hicieron eco de su proyecto y lo han hecho llegar a la sociedad española, que ha respondido de forma masiva: «Como consecuencia de que salió la noticia, todo se aceleró. Ahora solo quedan 3 viviendas disponibles pero ya no se concretan visitas para que la gente las pueda ver, pues se ha colapsado la centralita, tenemos cientos de correos y cientos de llamadas que no hemos podido contestar», señala, que cree que en los próximos días se cerrará la venta: «Tenemos citas para la próxima semana y se venderán».

Se trata de casas con «65 metros cuadrados, salvo los bajos, que tienen un poco menos porque el portal les quita un poco de espacio», tal y como dice Presa. Los precios también varían, pues «las grandes, situadas en los primero, segundos y terceras plantas, se vendían por 3.800 euros, y los bajos por 3.500 euros».

Estos precios accesibles y el contacto con la naturaleza son los dos grandes atractivos que han hecho que estas viviendas se vendieran rápidamente, y aunque existe un perfil variado, el alcalde señala a dos grupos mayoritarios.

«Hay mucha gente que busca una segunda vivienda, en edad próxima a la jubilación que busca una casa donde pasar temporadas más largas, y otro grupo, que suele ser parejas jóvenes, muchas con hijos, que buscan una casa accesible económicamente», indica, a la par que recuerda que los niños son un atractivo muy importante de cara a mantener los colegios.

Para Alíder Presa, la operación ha sido un éxito, y ha cumplido los dos objetivos primordiales, revitalizar el pueblo y obtener un beneficios económico: «Es un verdadero orgullo, vender estas casas ha sido bueno, pues suponían una carga para el ayuntamiento. También es una maravilla tener vecinos nuevos».

«Nos gustaría que estuvieran aquí los 365 días del año, pero son bienvenidos el tiempo que estén aquí. Y de rebote, hemos puesto el nombre de nuestro pueblo en el mapa, pues aparece en muchos medios», finaliza el alcalde.