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Los trabajadores de las empresas auxiliares de Endesa se concentraron hoy por por tercer día ante las oficinas de la eléctrica en la central de Compostilla.

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Los trabajadores de las empresas auxiliares de Endesa se concentraron hoy por por tercer día ante las oficinas de la eléctrica en la central de Compostilla.

Los trabajadores de las auxiliares de Endesa endurecerán sus protestas ante el silencio de la eléctrica para garantizar los 170 empleos

Los operarios se concentraron por tercer día ante las oficinas de la compañía en la central de Compostilla para exigir soluciones ante el silencio de la eléctrica que deja sus puestos de trabajo en el aire

carmen ramos

Ponferrada

Jueves, 1 de enero 1970

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Los trabajadores de las empresas auxiliares de Endesa estudian recrudecer sus protestas ante el silencio de la eléctrica a la hora de garantizar el empleo de los 170 operarios de las seis compañías que prestan servicio en la térmica de Compostilla II en Cubillos del Sil. Así lo avanzó hoy el portavoz de la plataforma, Alonso Roa, en el tercer día de concentración antes las oficinas de la eléctrica en la central berciana. Una protesta que al igual que el viernes y el lunes se prolongó por espacio de media hora, de 10.00 a 10.30 horas, coincidiendo con la hora del bocadillo.

«Seguimos igual, nadie nos ha dicho nada así que nos vamos a reunir para decidir entre todos que otras actuaciones que vamos a llevar a cabo además de las concentraciones», explicó Roa.

Las plantillas lamentan la actitud de Endesa teniendo en cuenta la difícil situación a la que se enfrentan ante la escasez de mineral en las instalaciones de la central para «sólo 40 días de funcionamiento » que entienden que les aboca a un futuro inmediato incierto que deja en la cuerda flota sus empleos a lo que algunos trabajadores llevan ligados más de 30 años.

Es por ello que han insistido, una vez más, en demandar soluciones «dignas y no traumáticas» a la eléctrica ante la posibilidad de que finalmente se produzca una disminución o cese de actividad de la centra, una situación que tienen claro que para ellos repercutirá de forma directa en la reducción de la carga de trabajo.

Maessa, una de las seis empresas auxiliares que operan en la térmica de Compostilla II, ha sido una de las primeras en tomar medidas anunciando a su plantilla que en el caso de que finalmente se materialice este escenario a partir del día 1 de enero los operarios deberán acogerse a desplazamientos fuera de la península o perder su puesto de trabajo.

Una decisión que temen que se extienda también a los trabajadores de las seis compañías restantes: Cespa, Ferrovial, Seyma, Asfaltos Ponferrada, Eléctricas Reunidas y Eulen.

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