Las torres de refrigeración se volarán en agosto de 2022 y las chimeneas en 2023
Es la previsión que baraja Endesa en lo que será la eliminación de los elementos más visibles de la central térmica de Compostilla
Dentro del proceso de desmantelamiento de la central térmica de Compostilla II se contempla la voladura de sus elementos más característicos y visibles desde varios puntos de la comarca: las chimeneas y las torres de refrigeración.
La planificación inicial que baraja Endesa, que todavía se encuentra en revisión puesto que se trata, según explicó Francisco Naya, jefe del proyecto de desmantelamiento, de un proceso «complejo», es eliminar primero las dos torres de refrigeración en agosto de 2022 y las chimeneas una de ellas en junio de 2023 -la de mayor envergadura- y las últimas en diciembre del mismo año.
A su vez, Naya explicó que el sistema más seguro para abatir estas estructuras «esbeltas» es mediante la demolición por voladuras, que requieren «un proyecto y una autorización específica para el uso de explosivos», remarcó.
Las torres caerán por desplome, volándose los pilares y el anillo de soporte de dentro hacia afuera y a las chimeneas se les aplicará voladura direccional con caída completa.
Las chimeneas tienen alturas de 120, 270 y 290 metros de altura, mientras que las torres miden 109 metros de alto y su diámetro en la base es de 79,5 metros.
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