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Un ejemplar de urogallo en la provincia de León.
«Si los parques eólicos de Gistredo salen adelante darán la puntilla a los últimos urogallos cantábricos»
Polémica por los proyectos de Repsol en El Bierzo

«Si los parques eólicos de Gistredo salen adelante darán la puntilla a los últimos urogallos cantábricos»

La Plataforma para la Defensa de la Cordillera Cantábrica plantará cara a la petrolera, incluso en los tribunales, contra la «salvajada» de los tres proyectos de renovables que promueve en la comarca

Carmen Ramos

Ponferrada

Miércoles, 18 de diciembre 2024

«Los proyectos eólicos de Repsol en la Sierra de Gistredo son una salvajada». Así de tajante se ha pronunciado el coordinador de la Plataforma para la Defensa de la Cordillera Cantábrica, Ernesto Díaz, que advierte que si salen adelante los parques Alto Bierzo-Sil, El Páramo y ampliación El Páramo que promueve la petrolera en la comarca sentenciarán la recuperación del urogallo en uno de sus hábitats de extraordinario valor ambiental.

«Si los proyectos de Gistredo se llevan adelante se está dando la puntilla a los últimos urogallos cantábricos, una especie de la que quedan por debajo de 200 ejemplares», denuncian desde la Plataforma.

Precisamente este verano se pudieron observar en la Sierra de Gistredo dos ejemplares, uno de ellos una hembra. «Se localizó justo en una de las ubicaciones donde va uno de los más de 40 aerogeneradores que se plantean en estos proyectos», indica Díaz, que asegura que «son datos que ya conoce el Ministerio».

La Plataforma para la Defensa de la Cordillera Cantábrica fue uno de los colectivos que participó en la reunión con responsables del Ministerio para la Transición Ecológica junto con Bierzo Aire Limpio, la alcaldesa de Páramo del Sil, Alicia García, el concejal Silvestre Ordoñez y el pedáneo de la junta vecinal de Páramo del Sil, Marcos Leonardo Alonso, y en la que se pusieron sobre la mesa los motivos por los que rechazan estas iniciativas.

Se trata de tres proyectos que sumarán decenas de aerogeneradores de gran tamaño, según denuncian, con el consiguiente impacto en los hábitats del urogallo y también del oso pardo. A ello se unen las consecuencias medioambientales de carácter irreversible que provocarán de salir adelante.

«Estamos hablando de que se abrirán pistas que superan los 15 metros de anchura y que quedan abiertas no solo para el montaje de los parques sino también para mantenimiento y todo tipo de vehículos, líneas de evacuación y movimiento de maquinaria, dando acceso a zonas que por su propia naturaleza orográfica han estado siempre muy aisladas, que son las cimas de las montañas», explica el coordinador de la Plataforma.

Tres amenazas para un territorio en el que habitualmente «subías de excursión, quien subía, o había algo de ganado pero muy poca actividad», destacan. Una foto fija de la Sierra de Gistredo y el Alto Sil que tienen claro que se echará por tierra.

«En el momento en el que abres un complejo eólico y tienes una vía de acceso estás abriendo un vector por el que te va a entrar un incremento de la actividad humana en vías de senderismo, turismo, caza, etc.», aseveran. «Todo eso son molestias que estamos introduciendo en el medio y si esas molestias son sobre una especie tan sensible y tan en peligro como son los urogallos cantábricos, los últimos que quedan en la Península Ibérica, pues estamos haciendo un pan con unas hostias», insisten desde la Plataforma.

«Son los proyectos más bestias»

Las renovables «que tanto nos aportan» en este caso creen que tendrán «una huella que es muchísimo más perniciosa que el beneficio que generan», con la afección también sobre los valores botánicos, los suelos y en el resto de la fauna como es el caso de los murciélagos, una de las especies más afectadas por las eólicas.

«Rotudamente tenemos que decir que no se pueden poner parques eólicos en la Sierra de Gistredo», insiste el coordinador de la Plataforma, que reconoce que en los cuatro años que lleva coordinando la oposición a algunos proyectos de renovables en la Cordillera Cantábrica «estos son los más bestias que he visto». Aunque tiene claro que «las energías renovables son interesantes y positivas» se hace más que necesario «cuidar mucho dónde se ponen».

Para la Plataforma el debate del dinero, que es uno de los argumentos que utilizan los alcaldes de Igüeña, Noceda y Bembibre sobre los beneficios económicos que reportarán a sus ayuntamientos, «no tiene nada que ver con el debate del impacto ambiental, es decir, no puedes decir que estoy a favor porque da dinero».

En este sentido, tienen claro que «no podemos cambiar urogallos por euros». Por ello, aunque la posición de estos municipios les parece desde el punto de vista socioeconómico «muy respetable» consideran que «no se pueden sacrificar urogallos y territorio por euros». «Son debates que no tienen nada que ver», subrayan.

«Llegaremos donde haga falta»

Así las cosas y con la polémica servida, la Plataforma para la Defensa de la Cordillera Cantábrica ya advierte que llegará hasta donde sea necesario, incluso están dipuestos a explorar la vía judicial para paralizar estos proyectos. «Por nuestra parte vamos a ir a todo tipo de movilizaciones y a todo tipo de acciones judiciales si persisten en esta idea», advierten.

El colectivo confía, no obstante, en que la evaluación de impacto ambiental por parte del Ministerio de Transición Ecológica y de la Junta de Castilla y León «sea rigurosa» y de ser así están convencidos de que «esos proyectos no pueden salir porque hay una afección directísima sobre la especie de ave más amenazada de la Península Ibérica y sobre otros muchos valores naturales, pero hay que poner el acento en el urogallo porque es gravísima y por supuesto vamos a llegar hasta donde haga falta». «Es el proyecto de renovables más grave de todos los que se han planteado en España», concluyen.

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