La enfermedad hemorrágica epizoótica (EHE) llega al Bierzo

La enfermedad hemorrágica epizoótica (EHE) llega al Bierzo. Son cerca de una veintena de terneras las que han muerto ya en la comarca a causa de la enfermedad vírica infecciosa no contagiosa transmitida por los mosquitos del género Culicoides que afecta a rumiantes domésticos y salvajes, lo que ha provocado la alarma entre los ganaderos bercianos.

De momento la EHE ha afectando a varias explotaciones ubicadas en la zona del Bierzo Oeste que ya han notificado los casos a la Unidad Veterinaria de Villafranca del Bierzo, dependiente de la Junta de Castilla y León. La enfermerdad hemorrágica epizoótica ha llegado a ganaderías de los municipios de Vega de Valcarce y Balboa, entre otros, en el límite con Galicia donde también se han detectado casos en los municipios vecinos de Piedrafita do Cebrero y Cervantes, entre otros, en la provincia de Lugo.

Fue en octubre de 2023 cuando la Consejería de Agricultura de la Junta confirmó dos casos registrados en una explotación ganadera en Valencia de Don Juan. Una afección que salpicó a otras provincias de la comunidad pero que todavía no había afectado a los animales del territorio de León.

En el ganado vacuno, si bien suele causar una clínica moderada y autolimitante, en algunos casos puede originar cuadros más graves, pudiendo llegar a provocar secuelas y, en menor medida, la muerte de los animales. El ganado ovino es susceptible a la infección, pero poco a la enfermedad clínica, y el caprino es muy poco susceptible a la infección. Es una enfermedad que afecta a los ciervos, y puede afectar también a gamos y corzos.

En algunos de los casos detectados en la comarca del Bierzo el mosquito Culicoides ha picado a las vacas y toros en la boca «lo que les ha provocado una infección con llagas en la lengua y en los dientes, que no les deja comer ni beber y hay que tratarla con antianflamatorio», explica uno de los ganadores afectados que ha perdido ya cinco de sus reses como consecuencia de la enfermedad hemorrágica epizoótica, el último de ellos un toro que falleció como consecuencia de la EHE este mismo lunes 26 de agosto. «Estuvimos tratándolo durante cuatro días y hoy a muerto», lamentó.

El cuadro clínico varía de un animal a otro, incluso pude ser asintomático, pero por regla general se caracteriza por la presencia de fiebre, problemas respiratorios, moqueo, úlceras en la boca, dolencias en el tracto digestivo, disminución de leche y pérdida de peso. De hecho, la enfermedad puede desencadenar la muerte en las explotaciones ganaderas afectadas, como está ocurriendo en el caso de las explotaciones del Bierzo.

Los animales infectados se ven afectados por moqueo, problemas respiratorios, úlceras en la boca, fiebre, dolencias en el tracto digestivo, disminución de la leche y pérdida de peso. «Hay animales que pasan incluso doce o trece días sin comer y sin beber», explica este ganadero berciano, uno de los primeros afectados por los efectos de la EHE en su explotación. Destaca como algunos incluso «le han estado dando yogures y agua con una jeringuilla para que al menos le entre algo de agua porque sin comer puede aguantar unos 15 días pero sin beber no».

Por lo que respecta al tratamiento de la EHE, se deben atajar los síntomas cuanto antes mejor. Para ello, deberán aplicarse cuidados paliativos propiciando agua y sombra a los animales afectados. La inflamación se trata con antinflamatorios no esteroideos (AINES) y corticoides.

Los Servicios Veterinarios Oficiales son los encargados de hacer el seguimiento de las comunicaciones sospechosas de la enfermedad en las explotaciones y de monitorizar los síntomas en los animales positivos para comprobar la evolución de los animales y adoptar las correspondientes medidas.

Del seguimiento realizado a nivel nacional se sabe que afecta a animales mayores a 24 meses, machos, de razas no rústicas (por ejemplo: Limousine, Blonde d'Aquitaine y sus cruces) y en sistema de producción extensivo.

Se trata de una enfermedad que no se contagia a las personas, por lo que no se establece ningún tipo de restricción a la explotación afectada ni al consumo de productos animales, ya sea carne o leche.

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