La diversión no tiene fronteras físicas

Del 31 de julio al 11 de agosto, el Bosque de los Sueños en Cubillos de Sil ha acogido a más de 120 niños de toda España en el campamento Aspaym, un evento diseñado para ofrecer una experiencia inolvidable a todos los participantes, independientemente de sus capacidades físicas.

Diego Conde, coordinador del campamento, destaca la «variedad de actividades programadas», que incluyen desde «emocionantes noches de terror, karts adaptados, gymkanas de agua o de ensuciarse, búsquedas del tesoro por el pueblo...». Diego explica cual es la actividad que más gusta a los niños: «La noche de terror es la actividad más popular. Aunque puede ser impactante, es una experiencia que todos disfrutan, con disfraces y pruebas sorprendentes».

El campamento se esfuerza por ofrecer una experiencia inclusiva para todos. Diego Conde menciona que «adaptar las actividades para niños con discapacidad es un desafío». Por ejemplo, algunos de los karts tienen opciones adaptadas, y las actividades acuáticas, como la piscina, o las gymkanas, están diseñadas para ser disfrutadas por todos, con medidas de seguridad adecuadas.

El campamento también cuenta con un personal médico disponible 24 horas, incluyendo una enfermera y un auxiliar de enfermeria. Diego subraya que, «aunque algunos casos pueden ser más desafiante, el hospital de Ponferrada está cerca».

Los campistas han compartido sus experiencias más positivas. María Peñas, de 17 años, comenta : «Me gusta la variedad de niños y actividades. He venido aquí durante 10 años y siempre me divierto mucho». Paula Escalante, que participa por primera vez gracias a su amigo Héctor, resalta la «piscina como su actividad preferida» y el ambiente amigable como lo que más le ha impresionado.

Lola Reyero, de Asturias, quien ya ha asistido al campamento cuatro veces, aprecia la «inclusividad y el ambiente que se respira».«Es como estar en casa. Todos hacemos las mismas actividades y no hay discriminación», afirma la joven asturiana, quien destaca que la guarrigymkana es su actividad favorita por «poder manchar a los monitores». Pablo Regalado, un niño de 10 años de Alcorcón, también valora el tiempo libre sin la supervisión constante de los padres y su deseo de que el campamento dure más tiempo: «Si tuviera que cambiar algo sería que durase 2 meses».

Hugo Alba y Marcos Blanco, ambos de Cubillos, han asistido desde muy pequeños y destacan la integración de todos los niños sin importar sus discapacidades: «Aquí todos somos iguales». Además, inciden en que es un lugar excelente para «aprender y entender mejor a los demás». Con sus 11 años ya son unos veteranos en el asunto debido a que llevan acudiendo al campamento «desde los 5 o 6», aseguran.

El campamento Aspaym no solo ofrece diversión y aventura, sino que también fomenta la inclusión y el entendimiento entre los jóvenes, creando un entorno donde todos pueden disfrutar y crecer juntos.

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