La capital berciana aspira así a tomar el ejemplo de esta ciudad gallega que inició su gran 'revolución' en el año 1999 dejando a un lado coches, atascos y ruido. El cierre de su casco histórico al tránsito de vehículos supuso el primer paso para implantar en Pontevedra un modelo urbano que ha conseguido devolver la ciudad a sus habitantes.
Y es que a lo largo de los últimos años el Ayuntamiento de la ciudad gallega ha implantado un modelo con altos índices de calidad urbana que se ha ganado varios reconocimientos, principalmente en lo que se refiere a la accesibilidad, al sistema de movilidad, la seguridad vial, la conservación del patrimonio y la movilidad infantil.
El pedagogo italiano Francesco Tonucci, autor de 'La ciudad de los niños' fue uno de los inspiradores de la transformación de Pontevedra. Así, cada día un total de 21 monitores se colocan media hora antes de entrar al colegio los escolares para garantizar la seguridad a la hora de que los pequeños vayan al colegio. Tanto es así que ya el 70% de los niños realizan el recorrido a pie.
Todo un ejemplo a seguir para lograr que la capital berciana camine con firmeza para conseguir una cultura de la movilidad más sostenible.