"Llevamos dos o tres años, los que tenemos la terraza declarada, recibiendo las licencias con ese planímetro que da el Ayuntamiento que no sé si es el adecuado o no, desde luego por buen camino tampoco va", explica Cubelos.
El responsable de la Asociación de Restaurantes asegura que "la mayoría hemos hecho un desembolso de poner toldos en las paredes para proporcionar una sombra para esas terrazas y, lógicamente, si te desplazan las sillas justo al límite de la acera, aparte de los peligros que corre, pues la inversión no ha sido buena".
Destaca, además, los inconvenientes que ocasiona al colectivo el hecho de que no se pueda utilizar publicidad ni en las mesas ni en las sombrillas. "De momento estamos atados de pies y manos, no podemos hacer nada más que cumplir la normativa", insiste.