Siguiendo la estela del Instituto de Salud Carlos III y tras tres años dando vueltas al proyecto, la Consejería de Sanidad ha decidido premiar a sus médicos y enfermeras, a aquellos que en sus jornadas maratonianas y fuera de ellas buscan un hueco para investigar. En momentos en los que se vacían las huchas de fondos para investigación, Sacyl ha hecho un guiño a la masa crítica de investigadores de sus hospitales y centros de salud para que sea más competitiva, bajo la filosofía más que probada de que hoy la investigación biomédica es un valor para el conjunto de la sociedad, desde la perspectiva social, pero también desde la económica.

Los 'elegidos' en esta primera convocatoria de intensificación de investigadores, para la que Sacyl ha reservado 180.000 euros, son diez profesionales que ya llevan unos meses liberados de un tercio de su jornada laboral para investigar. A cambio, sus centros contratan con la partida profesionales que les suplan en su actividad cotidiana. Para entrar en la lista de los diez, tuvieron que competir con el nivel y calidad de la investigación y experiencia como principales bazas.

Entre los requisitos propuestos: trayectoria y producción científica acreditada, y ser investigadores principales de proyectos financiados por el Plan Nacional de I+D+i o por la Junta, o de los centros de Investigación Biomédica en Red (Ciber) o de las Redes Temáticas de Investigación Cooperativa en Salud (Retics).

Tras una convocatoria a la que concurrieron 28 profesionales, y un duro tribunal, al final los liberados han sido dos médicos de Medicina de Familia Manuel Ángel Gómez Marcos y Luis García Ortiz y las enfermeras Ángela de Cabo Laso y Carmela Rodríguez Martín, todos de la Gerencia de Atención Primaria de Salamanca; el jefe de Cardiología del Hospital Clínico Universitario de Valladolid, José Alberto San Román, junto a jefe de Neurología de este centro, Juan Francisco Arenillas Lara; los hematólogo Jesús María Hernández Rivas y Enrique María Ocio San Miguel, del Hospital Clínico Universitario de Salamanca y ligados al Centro de Investigación del Cáncer; junto a la neuróloga María Esther Cubo Delgado, del Hospital de Burgos, y Santiago Vivas Alegre, del Servicio de Aparato Digestivo del Complejo Asistencial de León.

Prevenir el riesgo cardiovascular

Los cuatro profesionales de Atención Primaria seleccionados, todos de Salamanca, han formado equipo para investigar en la prevención de riesgo cardiovascular. Tratarán de relacionar los efectos de la dieta mediterránea y el ejercicio con la aparición de estas enfermedades. El grupo, integrado por las enfermeras Ángela de Cabo y Carmela Rodríguez y los doctores Manuel Ángel Gómez y Luis García, lleva años trabajando en esta área. De hecho, forma parte también de un proyecto europeo que va en la misma línea.

Ángela de Cabo destaca la importancia de que por primera vez se incluya en este tipo de convocatorias a enfermeras, una demanda histórica. En su opinión, la única manera de poder avanzar en las investigaciones es contando con tiempo dentro de su propia jornada laboral, porque los profesionales dedicados a labores asistenciales se ven obligados a destinar parte de su tiempo libre a esta cuestión y es “agotador”.

El doctor Santiago Vivas Alegre, en su laboratorio del Hospital de León. (Foto: David Arranz)

Frenar la leucemia

El hematólogo del Clínico de Salamanca Jesús María Hernández Rivas tratará de mejorar la calidad de diagnóstico de enfermos con leucemias. Recuerda que como médicos “se deben” al Sistema Nacional de Salud y a sus pacientes, pero iniciativas como esta se valoran, teniendo en cuenta que para avanzar hay que investigar. “Ahora se suple un vacío que existía” entre los profesionales dedicados al ámbito asistencial.

Hernández Rivas trabajará estos meses para conocer, a través de la genética y del genoma humano, por qué unos enfermos se curan y otros no, cuando aparentemente las enfermedades son las mismas. Para ello, se apoyará en las últimas tecnologías de secuenciación del genoma para comprobar si un análisis más específico del ADN ofrece algún tipo de información adicional que les permita avanzar en esta cuestión y sobre todo, con el fin de “mejorar la calidad de diagnóstico de estas enfermedades”.

Profundizar en la celiaquía

Santiago Vivas, del Servicio de Aparato Digestivo del Complejo Asistencial de León, se pronuncia en el mismo sentido que el resto. Valora que por fin se reconozca un tiempo de dedicación a la investigación clínica desarrollada en Sacyl. “Es importante sobre todo porque abre el camino al desarrollo de líneas de investigación más duraderas y a la obtención de resultados de mayor relevancia e impacto dentro de la comunidad científica”, apunta. “Lo más importante en la investigación es la continuidad de los proyectos en marcha, por eso creo que nuestra administración debe mantener esta iniciativa en sucesivas convocatorias para incentivar de este modo a los investigadores clínicos, aumentar el número de participantes y consolidar las lineas de investigación en marcha”, apunta.

En su caso, la principal línea de investigación en la que trabaja está relacionada con la enfermedad celiaca y se desarrolla dentro del Complejo Asistencial Universitario de León desde hace diez años. En esta línea hay una participación multidisciplinar de los servicios de Aparato Digestivo, Gastroenterología Pediátrica, Anatomía Patológica e Inmunología. Los objetivos van dirigidos a un mejor conocimiento de la presentación de esta intolerancia alimentaria tanto en adultos como en niños y al estudio de los grupos de riesgo de padecerla, principalmente los familiares de primer grado.

Estenosis aórtica

En el Clínico de Valladolid, Juan Francisco Arenillas Lara, miembro de la Sociedad Española de Neurología (SEN) y director de la Unidad de Ictus seguirá profundizando en esta enfermedad. De hecho, está considerado uno de los principales investigadores sobre esta patología en España.

Mientras, el jefe de Cardiología y director del Instituto de Ciencias del Corazón (Icicor), Alberto San Román, utilizará este tiempo para avanzar en una línea que pretende conocer lo que ocurre a nivel celular con la válvula aórtica en pacientes que desarrollan una estenosis aórtica severa degenerativa, enfermedad muy frecuente en Castilla y León, ya que aparece, sobre todo, en personas mayores. “Si encontramos respuestas podremos plantear nuevos tratamientos a una enfermedad que actualmente necesita cirugía”.

Para San Román, la apuesta por la intensificación de la investigación de Sacyl ha sido acogida por los profesionales “con satisfacción, en una época tan difícil para la biomedicina”. “Cuando nos seleccionan un proyecto de investigación no se nos concede tiempo. Debemos seguir manteniendo nuestra actividad diaria asistencial y encontrar huecos extra desarrollar la investigación. Esta convocatoria nos permite contratar a un especialista para que haga nuestra actividad asistencial durante unos meses. Es una fórmula para que los investigadores podamos centrarnos en la investigación, y avanzar”, concluye.