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Minería
MINERÍA
Inminente cuenta atrás
Los contactos se multiplican desde Castilla y León para convencer a Rajoy de que no puede ser el PP quien entierre al estratégico sector minero
Juan Carlos Suárez-Quiñones, delegad del Gobierno en Castilla y León. (Foto: Rubén Cacho)
Juan Carlos Suárez-Quiñones, delegad del Gobierno en Castilla y León. (Foto: Rubén Cacho)
Nacho Foces
03/05/2015
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Puede que las lágrimas que derramó en Salamanca el pasado domingo ante Rajoy la jovencísima candidata del PP a la Alcaldía de Toreno, Beatriz Coelho, no hayan sido en balde. Puede que incluso hayan actuado de baldón en la conciencia del mismísimo presidente del Gobierno de España, en un momento crítico para las aspiraciones del sector minero, que vive al borden precipicio en el que le han situado la errática política del anterior Gobierno socialista de Zapatero y las arrogantes formas de no hacer del actual Ejecutivo popular estatal. Nunca unas lágrimas han sido tan sinceras en política. Nunca tan esperanzadoras. "El presente de mi candidatura son dudas y temor», espetó entre sollozos Beatriz Coelho a Mariano Rajoy. "Lo que pueda hacer, lo haré", fue la frase que consiguió arrancar la candidata popular a su jefe nacional de filas, un Mariano Rajoy al que las lágrimas de Beatriz Coelho le hicieron pupa. 

Toreno, El Bierzo, León... Todo parece que empieza y termina esta campaña autonómica en León. Es el epicentro político del PP. Es el epicentro emocional, también. Que se lo digan a Rajoy. Las lágrimas de la jovencísima Beatriz Coelho han hecho por la minería ante el presidente del Gobierno más que todas las cartas, todas las llamadas telefónicas, las súplicas, las advertencias, las amenazas (que las ha habido), los enfados, las llamadas al orden y las iniciativas políticas e institucionales desarrolladas por el PP de Castilla y León y sus dirigentes, con Juan Vicente Herrera a la cabeza, en los últimos tres años y medio.

Tanto han conseguido esas lágrimas, que mañana por la tarde se celebrará en el Palacio de La Moncloa una reunión de trabajo. La vicepresidenta del Ejecutivo de España, la vallisoletana Soraya Sáenz de Santamaría, ha citado allí al delegado del Gobierno, Juan Carlos Suárez-Quiñones. Leonés, para más señas. De la estrictísima confianza de la vicepresidenta. De hecho, es ella quien decidió su nombramiento. Y Herrera quien no solo no se opuso, sino que dijo adelante. Es lo que se llama llegar y besar el santo.

Traducido a lenguaje político, tomar posesión y tener que preparar documentación para un encuentro crucial. Tenga el lector la seguridad de que esta vez el término crucial no es exagerado. Queda muy poco tiempo para poder influir desde Castilla y León sobre la nueva orden ministerial que regulará el suministro de carbón a las compañías eléctricas. El departamento de José Manuel Soria quiere reducir a un 50% la base establecida para 2014 en el suministro de carbón nacional a las centrales térmicas. Esto, en corto y por derecho, es la puntilla al sector del carbón. Si se sabe bien en Castilla y León. Si lo saben en León. Si lo saben el El Bierzo... ¡Si lo sabe Beatriz Coelho! Tanto que no pudo reprimir las lágrimas hace siete días ante Rajoy.

Desde que Suárez-Quiñones supo del encuentro de mañana, no ha parado de preparar documentación. En el PP de Castilla y_León llevan años advirtiendo de que el ministro José Manuel Soria no está nada bien asesorado en materia de minería por su secretario de Estado de Energía, Alberto Nadal. Este dirigente popular, hermano de Álvaro Nadal, director de la Oficina Económica del Presidente del Gobierno, se encuentra en la órbita de influencia de la número dos del Gobierno de España. Con lo cual, por mucho que se haya dicho desde aquí, por mucho que hayan clamado la Junta y Herrera hasta el momento, la opinión del secretario de Estado ha pesado más en materia minera.

Hasta que Beatriz Coelho subió al escenario del mitin del PP el pasado domingo en Salamanca y se echó a llorar. No debe extrañar la reacción de Rajoy. No porque sea gallego ("Haré todo lo que pueda hacer y lo que no pueda, no lo haré", acertó a decir) sino porque el presente del Gobierno tuvo que quedarse completamente desconcertado ante las lágrimas de Beatriz Coelho, que le llevarían a cuestionarse todo lo que los influyentes hermanos Nadal le hubiesen dicho hasta el momento sobre la minería. De ahí la cita de mañana en La Moncloa.

Papelón el que tiene Suárez-Quiñones. Tratar de convencer a la vicepresidenta de que aún hay tiempo, de que aunque la cuenta atrás es inminente, no todo está perdido para la minería si se logra corregir la orden ministerial. Además, Suárez-Quiñones, que acaba de estrenarse en la política regional, tiene toda la pinta de que se crece en la adversidad. Y a él no le tienen que contar lo que pesa la minería en Castilla y León. Lo sabe desde niño. Buen arranque en el cargo de representante del Gobierno de España en Castilla y León: tomar posesión y acudir a La Moncloa a explicar a la vicepresidenta qué pasaría si la Secretaría de Estado de Energía, la que dirige su fiel Alberto Nadal, ejecuta la orden que prepara para reducir la compra de carbón nacional por parte de las eléctricas. Puede que las lágrimas de Beatriz Coelho no hayan sido en balde. De hecho, ahí está la primera consecuencia, el encuentro de mañana en La Moncloa.

Coincidirá en el tiempo con la presentación del programa electoral por parte de Herrera. En León, en el mítico Hostal San_Marcos. León en el epicentro de la política del PP. Tanto, que en una semana Herrera estará tres veces en la provincia leonesa: hoy, para el programa; el sábado, para un encuentro regional de Nuevas Generaciones; y el día 11, en Ponferrada. Y aún estará al menos otra vez antes del 24-M. Todo con tal de que no le falte apoyo a su gran apuesta leonesa y castellana y leonesa, Antonio Silván. Un Silván cuyas funciones de consejero de Fomento y Medio Ambiente han sido confiadas a José Antonio de Santiago-Juárez, mano derecha, izquierda, ojos, oídos y, muchas veces, pensamiento del presidente de la Junta. Herrera no quiere sobresaltos en el tramo final de legislatura y si tiene que prescindir de un consejero de confianza, le otorga sus funciones a su consejero de máxima confianza. Mañana el Bocyl publicará una orden por la que se le otorga categoría de viceconsejera a Carmen Ruiz, secretaria general de Fomento y Medio Ambiente, que será el principal apoyo del consejero de la Presidencia en las nuevas funciones. Teniendo en cuenta que se ocupó de Agricultura y Ganadería cuando Silvia Clemente dio a luz a su hijo y de Cultura y Turismo durante una baja por enfermedad de Alicia García, el también portavoz de la Junta rematará la legislatura habiendo trabajado él solo tanto como medio Gobierno regional. Atención a la fusión de carteras si Herrera repite Presidencia tras el 24-M. 

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