Concretamente, Industria ha destinado para la reestructuración de la minería del carbón y desarrollo del carbón alternativo de las comarcas mineras algo más de 371 millones de euros, siendo la mayor partida, 300 millones, destinado para el pago de las prejubilaciones que están previstas en el sector y que durante el año pasado estuvieron paralizadas al no cerrarse el nuevo marco reguladora.
La siguiente partida más importante destacan las ayudas destinadas a las empresas mineras para el cierre de aquellas explotaciones de carbón que no son competitivas, para lo que reserva en total 68,8 millones de euros. Unas ayudas que, según han señalado, están previsto que se paguen a lo largo del tercer trimestre del año.
Asimismo, se prevén otros 18 millones de euros de ayudas por costes laborales y 15 millones para ayudas destinadas a cubrir costes excepcionales por el cierre de minas, los correspondientes a la restauración ambiental de los espacios afectados por la actividad minera, a los que se sumarían otros 23 millones previstos para ayudas a proyectos empresariales generadores de empleo, 20 de ellos para grandes proyectos.
En cuanto a la inyección económica que prevé el Ministerio para la reactivación de las cuencas, prevé un montante de 76,7 millones de euros, de los que algo más de 53,7 millones de euros los reserva para la firma de convenios con las comunidades autónomas en las que se encuentran los municipios mineros.
Unos fondos destinados para el desarrollo de proyectos de infraestructuras y proyectos de restauración de zonas degradadas a causa de la actividad minera que se han visto reducidos notablemente en los últimos años que llegaban a superar los 100 millones anuales e incluso en su día superaron los 460 millones.