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Cultura y Ocio
REPORTAJE
Gotas de salud
Noceda del Bierzo celebra este domingo su ya tradicional 'Ruta de las Fuentes' con un recorrido por sus cascadas y manantiales con propiedades medicinales
Una mujer bebe en la fuente de Juan Álvarez, dentro de la ruta. (Foto: Quinito)
Una mujer bebe en la fuente de Juan Álvarez, dentro de la ruta. (Foto: Quinito)
V. Silván
26/07/2014
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Como cada último domingo de julio, Noceda del Bierzo celebra su 'Ruta de las Fuentes', que cada año suma más participantes, dispuestos a conocer las propiedades de sus aguas medicinales y, de paso, descubrir la belleza de los bosques de la sierra del Gistredo. Cinco manantiales y unas cascadas a lo largo de un recorrido de 12 kilómetros, desde la fuente de Juan Álvarez a la del Rubio, pasando por la fuente del Azufre, la fuente de la Salud o manantial de la Doncella, la 'catarata' de La Gualta y la fuente del Canalijo -aunque hay otras tres fuentes: la Fuente Mía, la de la Fragua y la Reguera-.

Una ruta que promueve su Centro de Iniciativas Turísticas para impulsar el turismo en la zona, que tiene como otros exponentes la práctica del parapente, la llamativa carrera de burros o la realización de la matanza del cerdo de la forma tradicional. Así, la 'Ruta de las Fuentes' se ha convertido en un elemento dinamizador en este municipio, también minero en tiempos, con explotaciones ya cerradas como Mina La Sierra y Antracitas del Bierzo, y un historia que se remonta miles de años atrás, como prueba el llamado 'Ídolo de Noceda', testigo de una cultura castreña prerromana de entre el 1.800 y el 1.700 a.C.

Siguiendo los numerosos carteles que hay en el pueblo, se inicia el recorrido a través de las castañales -en el Bierzo Alto se utiliza siempre el femenino para referirse al terreno poblado por árboles que dan fruto: las cerezales, las manzanales o las perales- hasta llegar a la primera fuente, la fuente de Juan Álvarez, a una altitud de unos mil metros sobre el nivel del mar -la cima del Gistredo está a 1.729 metros- y con unas aguas totalmente cristalinas.

La senda discurre por un "salvaje" bosque, entre castaños, robles y urces, entre otros árboles. (Foto: Quinito)

El camino sigue ladera arriba y la senda se estrecha para empezar a abrirse paso entre robles y abedules con las peñas de La Gualta como meta, donde se encuentra el mirador. Pero antes hay que desviarse unos metros del camino principal para beber el agua de la fuente del Azufre y de la de la Salud, también conocida como el manantial de la Doncella.

La fuente del Azufre -como también se llama la de Ponferrada- está a pie de una cascada y su agua es carbonatada y ferruginosa, de ahí el color rojizo que la rodea, con propiedades para abrir el apetito, mientras que la fuente de la Salud es clorurada, oligomineral y sulfatada mixta.

La fuente de la Salud, con agua oligomineral. clorurada y sulfatada. (Foto: Quinito)

La ruta continúa y se hace algo más dura y vertical hasta llegar al mirador de La Gualta, con unas increíbles vistas de todo el valle de Noceda y de buena parte del Bierzo Alto. Es el momento de parar y disfrutar el paisaje durante unos minutos, antes de continuar la marcha e iniciar el descenso por unas “escaleras” sobre las peñas con unas cuerdas para descubrir una de las imágenes más impresionantes del recorrido, la 'catarata' de La Gualta, una cascada que cae unos 30 metros desde el mirador.

Así, paso a paso se sigue el camino marcado hasta otra fuente de aguas puras y cristalinas, la fuente del Canalijo y “enfilar” el último tramo, con una última parada en la fuente del Rubio, con agua oligomineral y bicarbonatada sódica y que, según dicen en el pueblo, es buena para curar la gastroenteritis y también para el reuma. Es el momento de la vuelta, después haber revitalizado el cuerpo con buen paseo y, por supuesto, con las gotas de salud de cada una de las fuentes medicinales de Noceda.

La ruta está señalizada en todo su recorrido, que es de unos 12 kilómetros. (Foto: Quinito)

La bajada desde el mirador es más fácil gracias a la una barandillas con cuerdas. (Foto: Quinito)

Las cascadas de La Gualta es uno de los espacios más bellos del recorrido. (Foto: Quinito)

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