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El Bierzo
EL BIERZO
Expertos aseguran que los castaños del Bierzo convivirán con la avispilla
La plaga reduce la producción de los árboles y ya afecta a Cataluña y Cantabria, pero las expeiencias indican que "hay medios para controlarla"
Las jornadas técnicas de Biocastanea se celebran en el campus de Ponferrada. (Foto: Quinito)
Las jornadas técnicas de Biocastanea se celebran en el campus de Ponferrada. (Foto: Quinito)
Javier Santiago
15/11/2013
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La plaga de la avispilla es una amenaza real para los castaños del Bierzo. El sector se prepara ya para encajar el golpe que asesta este insecto, que reduce la producción de los árboles y los debilita. En Cataluña y en Cantabria ya está presente y los expertos dan por hecho que también llegará a la comarca.

Así lo pone de manifiesto Jorge Heras, de la Dirección General de Medio Natural y Biodiversidad de la Generalitat de Cataluña, que ha expuesto su experiencia durante las jornadas Biocastanea. Allí la avispilla está detectada desde el año pasado y los técnicos están analizando su evolución y recopilando la información que arrojan los casos de otros países. Lo positivo es que los datos evidencian que la plaga se puede controlar.

“Lo previsible es pensar que acabe llegando” al Bierzo, apunta Heras, que subraya la conveniencia de prevenir. “Hay que tomar todas las medidas para tratar que se retrase lo máximo posible”, insiste. Y, en este sentido, recomienda a los productores “que no traigan plantas o material vegetal de fuera, de Cataluña o Cantabria”. En cualquier caso, asume que “lógico es que acabe llegando”.

Una vez que ya esté en la comarca, el paso que debe dar el productor afectado es “avisar a los responsables de la Administración para que inicien las campañas de control”. Heras precisa que “hay líneas de investigación para tratar de actuar de otra manera, pero ya hay con bastante robustez medios testados para controlarlo”.

En este sentido, rebaja la inquietud señalando que la avispilla “es un problema más” para el que cree que “la solución es viable”. Explica que “es una plaga exótica, pero el planteamiento va a tener que ser como si fuera una plaga autóctona. No se va a poder erradicar, sino que va a haber que aprender a convivir con ella a niveles que sean admisibles”

Heras explica que “el daño más evidente” que provoca la avispilla “es que disminuye enormemente la producción de fruto”. De hecho, en Italia se ha constatado que en determinados casos puede llegar a reducir el 50% de la cosecha. Además, “el problema más grave es que disminuye la actividad fotosintética y debilita al árbol”.

Un detalle de especial relevancia en el caso del Bierzo es los efectos que puede tener esta plaga combinada con la enfermedad del chancro, que según los expertos afecta al 80% de los castaños de la comarca. Heras apunta que, por un lado, cabe la posibilidad de que la avispilla contribuya a extender los efectos del chancro. Pero, por otro lado, también podría contribuir a extender las cepas hipovirulentas que ayudan a frenar la enfermedad. Es una posibilidad “que se está estudiando en otros países para ver si podría tener algún efecto positivo”.

En el caso de Cataluña, la plaga afecta a todas las zonas castañeras con una única excepción. “Hasta el año pasado, el nivel de población de avispilla era pequeño, pero este año hemos detectado un boom importante y seguramente se tendrá que iniciar una campaña de control biológico”, apunta Heras.

Y es que las medidas de control biológico ya se han probado con éxito en otros países. En Estados Unidos se utilizaron ya a finales de los años 70 y también han sido eficaces en Japón. Porque la avispilla “es una plaga nueva en nuestro país, pero en otros ya llevan tiempo tratando con ella”.

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