Una concentración que ha coincidido con el ERE de extinción de las subcontratas de Cidsa y Peñal Castro y el nuevo ERTE de la empresa matriz que arrancará este lunes y que prolongará la parálisis de la minera durante un año.
Todo ello fruto del incumplimiento de un Gobierno al que recuerdan que la solución del sector está en la firma del mecanismo de suministros en un despacho.
Una empresa, la Hullera, que no es más que una muestra de la grave situación que atraviesa el conjunto de un sector que, según recuerdan, debería ser estratégico pero que ahora es meramente residual por un Gobierno nacional y autonómico que está logrando el cierre de la minería.
Protesta a los pies de la Subdelegación del Gobierno de la plantilla de la Vasco. (Foto: Campillo)
Situación contra la que van a pelear, bien sea ante el PP o ante cualquier otra formación. Porque frente a las formaciones que apuestan por cerrar las centrales de carbón y a aquellas que alardean de estar al lado del sector sin mover un dedo por él, estarán los mineros defendiendo la única energía autóctona de España.
Una movilización presidida por un gran lazo negro en señal del luto que sufre un sector que ya advierte que dará guerra durante la campaña electoral por ser la única forma de hacer entender que el carbón es estratégico.
Las mujeres del carbón se suman a la protesta de los trabajadores de la Hullera. (Foto: Campillo)