Me gustaría agradeceros a vosotros, compañeros de todos los lugares, sin olvidarme de la autoridades, UCI, ciclistas, etcétera, y todos los que han hecho posible que esta ilusión se haya convertido en realidad. Pero me vais a permitir que me dirija especialmente a vosotros, amigos voluntarios (parados, estudiantes, trabajadores, jubilados y todos los que nos han ayudado) por vuesto trabajo, vuestra entrega, vuestra generosidad y vuestro esfuerzo, para que esto sea un reconocimiento a una tarea bien hecha.
Esta bonita experiencia irrepetible comenzó en mayo y lleva implícita una gran tarea con muchas horas de trabajo y dedicación, que con mucho gusto hemos llevado a cabo. Habéis demostrado vuestra generosidad y bondad con creces.
Los voluntarios nos hemos organizado en distintas áreas, y esperamos no olvidarnos de ninguna, que se resumen en alojamiento, intérpretes, doping, producción y logística, tráfico y aparcamientos, administración, soporte de voluntarios, comunicación, información, acreditaciones y circuitos. Además, dentro del equipo de voluntarios, también han participado los colectivos de Cruz roja, Protección Civil, ciclistas, moteros, cofradías, Asociación de Dominicanos de Ponferrada, Asociación Latinoamericanos del Bierzo y la Asociación de Ecuatorianos Ciudad de Bahía del Bierzo.
Cada voluntarios tiene su tarea, desde informar a colaborar en el área de comunicación. (Foto: César Sánchez)
Uno del os voluntarios de circuitos, señalizando una curva a uno de los corredores. (Foto: César Sánchez)
Con horas de trabajo y tesón nos hemos organizado, y con la colaboración interna y contínua, hemos sacado adelante toda esta gran tarea. No nos hemos podido olvidar de las familias que, aunque no han estado presentes, han ayudado a que la tarea de los voluntarios sea más fácil y llevadera. Sobre todo, esos padres, entre los que me incluyo, que se las han ingeniado para poder compaginar sus vida familiar y laboral con las funciones de voluntario.
Sintámonos privilegiados por haber vivido esta experiencia y, puesto que no hay palabras para definir todas estas emociones vividas, que nos sirva este escrito para reconocer y para decir en vos alta: ¡Gracias a todos y cada uno de los voluntarios que habéis hecho posible todo este trabajo! Muchas gracias compañeros por compartir esta pasión y suerte para nuestro futuro.
Solo nos queda una asignatura pendiente, esperar con ilusión que un evento de estas características, quizá, sevuelva a celebrar en Ponferrada. La esperanza es lo último que se pierde.
Una compañera voluntaria"