Como compañeras de viaje su perra Scotty y su burra Marina a las que cuida y mima y con las que no le hacen falta palabras para entenderse. Un silencio que rompe con alguna conversación con otros peregrinos, que al igual que él, recorren la comarca estos días para alcanzar Compostela.
Ginés López se estrena en el Camino. Y es que para él este es su primer recorrido siguiendo los pasos del Apóstol. "Yo tenía siempre la ilusión de hacer el Camino, pero no de echarse la mochila y correr, yo quería algo más y coincidió el perro y luego también la borriquilla y pensé, pues qué mejor que los tres", explica.
Un recorrido que realiza a la antigua usanza, con 'billete' de ida y vuelta. "La ilusión mía era hacerlo a la vieja usanza, ir y volver", señala. Es por ello que pensó que el momento idóneo era el de la jubilación teniendo en cuenta que "en unas vacaciones me llegaba justo, justo para ir". "Si tengo suerte y me jubilo tengo que hacerlo", pensó. Y así fue.
Un peregrino saluda a Ginés en el tramo urbano del Camino en la capital berciana. (Foto: Quinito)
El perro Scoty y la burra Marina acompañan al peregrino en su primer viaje a la ciudad del Apóstol. (Foto: Quinito)
Jubilado desde el mes de junio tras pasar buena parte de su vida laboral en la fábrica de Scottex, reconoce que comenzó su preparación en octubre junto a su burra y su perra -que bautizó con un nombre homenaje a su empresa-. "Me he bajado como veinte kilos, entrenando todos los días un poquito con la burra también, con la perra, por la carretera para que no se asustasen de los coches, por monte..." apunta.
La velocidad la marca Marina
Fue entonces cuando se marcó una fecha teniendo claro que la velocidad de su viaje la marcaba Marina. "Yo voy 'a paso burra' que no pasó de 3 kilómetros la hora porque tengo que aclimatarme a ella y un día me hago 15, otros 18, otros 12 kilómetros".
Ginés López reconoce que la etapa del Acebo fue una de las más duras que le ha deparado hasta el momento el Camino, si bien señala que se vio reconfortado tras su llegada a Ponferrada. "En el albergue me atendieron muy bien, qué servicios, es un cajón de sorpresas este Camino, no sé que guarda".
Como buen caminante asegura que "vengo mentalizado para todo porque sé que me voy a encontrar de todo, agua, granizo". Es más, considera que el tiempo ya le ha puesto a prueba. "Yo salí con nieve, cuatro días el 21, 22, 23 y 24 noche y día nevando". Un reto que finalmente superó aunque reconoce que "estuve a punto de tirar la toalla" pero echó el freno pensando "lo que se va a reír el pueblo mientras yo viva". Así que se dijo "pues no le voy a dar ese gustazo, hombre, tira pa'lante".
Ginés confía en el Camino "seguir con sorpresas, porque cada día si una es buena, otra es mejor". Junto a su burra Marina y su perro Scoty tiene claro que ya no hay quien le pare. "Como le dijo el perro al hueso, tú estarás duro pero no tengo prisa, ya te comeré, y yo se lo digo al Camino, tranquilo que como tenga salud, voy a por ti".
Una bolsa bordada por su nuera señala el recorrido del singular peregrino. (Foto: Quinito)
La burra Marina también va ataviada para la ocasión y lleva una chapa con su nombre y el teléfono de Ginés por si llegara a perderse. (Foto: Quinito)
El peregrino retomó este miércoles su viaje hacia Compostela. (Foto: Quinito)